Para comprender a qué temperaturas puede ajustarse el aceite líquido podemos utilizar el ejemplo de la olla en el fogón:
No importa si el fogón se ajusta a potencia media o máxima, el agua comenzará a hervir transcurrido cierto tiempo, en concreto, al alcanzar los 100 °C (a nivel del mar). A máxima potencia del fogón, la temperatura de evaporación se alcanza más rápidamente y el agua hierve con más intensidad, pero siempre a 100 °C.
Si realizamos este experimento a mayor altitud, el agua herviría a una temperatura menor, o si cubriéramos la olla con una tapa que cerrara herméticamente, el agua herviría a una temperatura superior (olla a presión).
Si en lugar de utilizar agua, realizáramos el mismo experimento con alcohol, este entraría en ebullición al alcanzar aproximadamente los 70 °C.
En una bomba de difusión, el aceite reacciona del mismo modo:
Si la bomba se utiliza con aceite de origen mineral, el aceite entra en ebullición a una temperatura inferior a 200 °C. Si se trata de aceites de silicona de alta calidad, lo hace a temperaturas por encima de los 200 °C.
La temperatura precisa a la que los distintos aceites se evaporan depende de la presión de vapor aplicada directamente sobre la cámara de ebullición. En función de la presión de vacío previo (y del nivel de aceite y la potencia de refrigeración), la presión de vapor es de aprox. 1 mbar. Con esta presión de vapor, el aceite de silicona INDOMET entra en ebullición a aprox. 245 °C.

En principio, las bombas de difusión pueden funcionar con todos los aceites para bombas de difusión. Para proteger contra sobretemperatura (nivel de aceite insuficiente, refrigeración insuficiente, presión de vacío previo excesiva), las bombas de difusión deben disponer de un interruptor de sobretemperatura regulado por la temperatura del aceite. Si este interruptor (con frecuencia, un interruptor bimetálico) no está directamente sumergido en el aceite y por el contrario se encuentra fuera de la carcasa de la bomba, cerca de los elementos calefactores, pueden medirse temperaturas considerablemente superiores a la temperatura real del aceite. Ello puede provocar la desconexión de la bomba, en particular si se utilizan aceites de silicona de alta calidad, a pesar de que el nivel de aceite, la refrigeración y la presión de vacío previo sean correctos. En este caso, póngase en contacto con el fabricante de la bomba.

En principio, pueden mezclarse aceites de silicona entre sí. Los aceites de silicona contienen deliberadamente porcentajes de aceite de mayor o menor calidad en cuestión. Los aceites de silicona no pueden mezclarse nunca con aceites minerales. Si en una bomba desea pasar de utilizar aceite mineral a aceite de silicona, o viceversa, esta debe limpiarse previamente a fondo (véase la pregunta 4)

Para cambiar de una operación de la bomba con aceite mineral a una operación con aceite de silicona, debe realizarse una limpieza completa de la bomba. El sistema de boquillas debe limpiarse con acetona y deberán eliminarse por completo los restos de productos de fraccionamiento. A continuación, el lado de vacío de la bomba deberá lavarse con alcohol isopropílico en su integridad y soplarse con aire comprimido exento de aceite. Todas las juntas deben inspeccionarse para detectar si presentan daños y desgaste.

No es necesario modificar los ajustes de temperatura para cambiar el aceite, pues las temperaturas se ajustan automáticamente. Si el interruptor de sobretemperatura se dispara tras cambiar el tipo de aceite, vea la pregunta 2.

La presión final alcanzable de una bomba de difusión depende en gran medida del tipo de aceite utilizado (de 10E-6 a 10E-11 mbar).

Sin embargo, lo mismo no aplica para la potencia de aspiración (capacidad de aspiración) de la bomba. Cada aceite para bombas de difusión dispone de un peso molecular concreto que oscila entre unos 450 g/mol (aceite mineral ligero) y 550 g/mol (aceite de silicona INDOMET) y, por consiguiente, posee también distintos puntos de ebullición y distintas energías de evaporación. Si se aplica la misma potencia calorífica, al utilizar aceite mineral ligero se evapora más aceite que al utilizar aceite de silicona pesado. Sin embargo, el aceite de silicona más pesado transmite mejor los impulsos en las colisiones elásticas con los gases a bombear. Por ello, las potencias de aspiración (capacidad de aspiración) de las bombas de difusión son prácticamente independientes del tipo de aceite utilizado (agentes expansores). En todas las bombas de difusión, la potencia de aspiración depende en gran medida de los gases a bombear. La potencia de aspiración normalizada de las bombas de difusión suele medirse utilizando nitrógeno. Con hidrógeno o helio, la potencia de aspiración es considerablemente superior.